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La lesson de un garçon
martes, setiembre 07, 2004 |
Olvidé mencionar que ayer empecé a estudiar francés... a las 9 de la mañana, lo cual es un tanto cruel ya que siempre he tenido dificultad para levantarme temprano. Mi sueño se disipó cuando, en la clase, el primer día, un chico llegó tarde. Tenía el pelo marrón y algo largo, era de piel blanca, un poco anti-fashion (esos horrorosos mocasines de cuero que pasaron de moda hace siglos, jean con piel de durazno también pasado de moda, chompita negra sin ninguna trascendencia...) pero en definitiva, el chico era atractivo, me gustó desde que lo ví en el umbral de la puerta.
Al principio pensé que tenía mi edad o un par de años menos, pero cuando me enteré que tenía 19... la ilusión se derrumbó. No quisiera repetir la experiencia de estar con un chiquillo inmaduro, pero eso no descarta la posibilidad de un buen round en la cama, mismo choque y fuga...
Se llama Pertur Bado. A pesar de no ser Robbie Williams, tiene ese "algo" que lo hace irresistible, al menos para mi, aunque sospecho que es medio tonto y quedado, obviamente se le nota por los 4 costados que es virgen. Hoy, Pertur también llegó tarde a clase (quizás sufra del mismo estrago mañanero que yo) pero lo vi más lindo (reemplazó los horrorosos mocasines por zapatos negros ordinarios y menos deleznables) y noté que, al igual que el primer día, me miraba de reojo, porque da la casualidad que me siento atrás de él.
Quizás sólo le llame la atención (mi look impresiona a muchos) pero ojalá que yo también le resulte atractivo. Sólo el tiempo lo dirá. Debería poner los pies en el suelo y dejarme de fantasear con imposibles como Pertur... aunque como dicen por ahí, la esperanza es lo último que se pierde.
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