Polvos con Camila
miércoles, agosto 17, 2005

La semana comenzó movidita porque Percy debutó heroicamente en la lista de los pepeados en acción. No sólo le robaron todo lo que tenía, sino que no se acordó de nada hasta el día siguiente que amaneció tirado en un grifo de los tantos que hay en la ciudad, flaco, ojerozo, cansado y sin ilusiones, y con la certeza de haber perdido de un tirón la autoestima, los nervios, el presupuesto del mes, la alegría de bailar en una discoteca gay el fin de semana, el auténtico significado de tener amigos regios como nosotros, el celular, la billetera, los documentos, la cámara y también la sacrosanta virilidad que gracias a Dios permanece intacta (tras la auscultación de algunos interesados, aunque tampoco quiso contarnos más). De modo que sus forzadas vacaciones, ergo el descanso médico, demandaban una extendida postración en casa viendo DVDs todo el día, así que a falta de escrúpulos y buenos títulos, decidimos darnos una vueltita en comisión a Polvos Azules.

La primera en emocionarse fue Camila, a juzgar por el mensaje que eufóricamente le mandó a Daniel:

Mañana Polvos!!!!!

Dicho mensaje circuló por las manos de toda la pandilla, razón suficiente para que Diego se animara también a acompañarnos y a averigüar por qué Camila estaba tan contenta con los "Polvos". Quedé con él en ir a recoger al pobre Percy, pues aún sufre las secuelas del jamacuco y no puede movilizarse por sí solo. Prometí sobre la tumba de Andy Warhol no reírme cuando me enteré que le habían puesto un serie de elásticos en el torso que lo hacían verse como si se hubiese puesto un brassiere. Felizmente el propio Percy, adivinando las risas de propios y extraños salió de casa más derecho que Darth Vader, vistiendo una gorrita y un buzo plomo cerrado hasta el cuello con el que más parecía Fat Joe que otra cosa.

En la Av. Arequipa esperamos a Camila y a Daniel, no sin antes ganarnos con ver pasar por la calle a una tía vieja y arrugadísima, pintarrajeada con un estilo de belleza sepulcral muy sutil, luciendo orgullosa una cabellera color rojo sangre, portando un carterón de piel de leopardo a lo Divine y unos taconazos de plataforma.

- Oe manya... Alaska.
- No seas gil. Alaska no está tan vieja.
- Alaska está más parada.
- Paradaza.

Ya en Polvos Azules, nos dimos un paseo por un mercadillo aledaño donde los DVDs cuentan mucho más barato, para que Daniel pudiera deshacer sus inhibiciones y se animase a preguntar de una vez por todas por la copia del video porno "One Night in Paris", con fotocopia a color de la carátula y todo. Ya estaba avanzando con sus pequeñas piernas hacia el puesto cuando Camila palideció y se desanimó al ver que el tío que vendía las películas cochinonas se parecía mucho a su abuelito.

- ¡Qué trauma!
- Ya vez Camila, mucho Polvos.

Fue allí cuando a Diego se le prendió el foquito y dijo:

- Oye, ¿qué les parece si hacemos un post que se llame "Polvos con Camila"? Les apuestos que los mañozazos de BlogsPerú al toque van a llevar al blog de Camila al número uno.
- Claro, porque les encantan los títulos tipo "Las noches virginales de fulanita".

A partir dede hoy vamos a comprobar esa teoría y empezar a postear con títulos como "Las perras hambrientas" y "Putas y golosas" para que vean cómo el que menos empieza a hacer morbo.

UPDATE: Daniel acaba de escribir un post con el mismo título y acaba de subir dos posiciones en el ranking. El sexo vende. Camila vende.

Posteado por Cyan a las 3:36 p. m.
 
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