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¿Cómo mamarle la polla a una chica?
lunes, octubre 24, 2005 |
Generalmente, cuando formalizas una relación, pasan dos cosas. O bien eres absorvido por el grupo de amigos de tu novio (y prescindes de los tuyos) o viceversa. Salvo que, como en mi caso, ambas partes posean una caterva de amigos con lazos previamente desconocidos. Dichas conexiones suelen aflorar cuando mencionas a fulano o a mengano, y tu novio se apresura en responder "ahhhh, fulanito es el ex-enamorado del primo del mejor amigo de la prima de la amiga de mi hermano", o alguna extensión interminable por el estilo.
No obstante, el viernes salimos con nuestros amigos bloggers, Percy y Diego. Fuimos a comer pizza al "Papa Johns" de Espinar, pues Percy estaba festejando el cumpleaños de una amiga suya que nos presentó ese mismo día. La chica era en verdad linda, ¡y qué tetas! Ese fue el verdadero tema de conversación durante la sobremesa. Al final no nos enteramos si había ligado con ella o no, pero le dimos el sello de aprobación de nuestro grupo. Nos hace falta con urgencia una chica así de regia entre nosotros, a falta de la Helefante. Y con esas tetas.
- ¿Aló? - ¡Valor, hija, valor! - ¡Funky! - Oye perra, estoy en Shell tomándome unas chelas con la Addy. ¿Te vienes? - Pero, pero... estoy acá con la niña y con dos amigos bloggers que encima son straights. - No importa. Cualquiera se vuelve gay con unas chelas en el buche, y con nosotros peor. - Sale y vale.
De manera que enrumbamos a encontrarnos con Funky y Addy Possa, quienes festejaban la ruptura sentimental de Addy gracias al desafuero etílico, en un chupódromo cercano al Oso Bar. Ni bien llegar nos dimos cuenta que la cosa iba en serio, porque no sólo estaban borrachísimos, sino que también estaban desafiando su capacidad de aguante.
Como siempre, Percy no se quedó atrás y acabó cuasi ligando con Addy Possa. Al menos eso pude concluír después de ver cómo intercambiaban números de teléfono. Personalmente no me gusta interactuar con gente alcoholizada, excepto cuando se ponen más divertidos con algunas copas de más. Funky dejó aflorar a la drag queen que lleva desde siempre en la venas, y Addy Possa se la pegó de lesbiana activa con ansias de implante de pene.
Arrimaron algunas sillas y se pusieron a bailar allí mismo una canción de Ana Bárbara. Al principio arrugué la nariz, pero después me oriné de risa, como todos los que presenciaban la escena. Había que reconocer los huevos de ambos para hacer semejante ridículo. No obstante, lo peor fue cuando, sudadísimos (y arrechísimos) , volvieron a nuestra mesa a sentarse uno encima de otro, con ganas de seguir armando escándalo.
- Funky, ¡chúpamela! - Pero Addy... - ¡Chúpamela!
Funky se metió debajo de la mesa e inició una exitosa mamada de mentirilla, mientras Addy, poseída por la emoción del momento, intentaba gritar como un verdadero semental al borde del orgasmo. A la mayoría de los asistentes les pareció demasiado. Para mí quedó resuelto que las mujeres saben divertirse más que los hombres. O al menos, tienen más huevos, sin siquiera tenerlos físicamente. |
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