What the hell is wrong with gay men?
jueves, noviembre 18, 2004

Nunca entendí la alharaca que se congrega alrededor de un partido de fútbol. Por una parte, si me parece la cosa más estúpida del mundo ver individuos corriendo de un lado para otro persiguiendo una pelota, tampoco me entra en la cabeza por qué cuando la incertan dentro de una especie de manta hecha a base de sogas (?), la gente pierde el sentido, como posesos, y los asalta una histeria colectiva, ingresando en una suerte de trance, y pobre del que se encuentre en las tribunas del estadio. Pero eso no es lo peor. Lo peor de todo (como diría mi amado Ray Loriga) es que la gente se lance a celebrar a las calles (!) a el triunfo de un equipo de fútbol. ¿Acaso esa gente que celebra de lo lindo, estuvo jugando en la cancha? ¿Para qué tienen que celebrar si ellos no fueron los que jugaron? Está bien alegrarse, sí, sería contranatura no emitir la más mínima emoción, eso lo entiendo, pero ¿celebrar? Me parece que sólo sucede en un país como el Perú. Si la gente sale a las calles es con el único fin de encontrar una imbécil excusa para beber más de la cuenta. Ojalá celebrasen así cuando alguien consigue un premio nóbel, o gane un Óscar. Sencillamente, no lo entiendo.

Harto de permanecer en medio de mis amigos que saltaban, gritaban y convulsionaban (sólo les faltaba poner los ojos en blanco y vomitar, como Linda Blair), decidí poner fin a tamaña falta de respeto y apagarles el televisor. En consecuencia, me gané un "apanado sexual" (en el buen sentido de la palabra) y me encerraron en mi habitación para que, literalmente, "no joda más". Y todo en mi propia casa. Así que recordé que durante un partido de fútbol, sólo los gays solemos desentendernos del asunto y conectarnos al MSN. Efectivamente, cuando ingresé al MSN, contemplé con satisfacción que ninguno de mis amigos heterosexuales estaban conectados. Sólo estaban aquellos que gozaban de una orientación sexual más que dudosa. Por eso pude encontrarme una vez más con Sebas, y me pareció oportuno poner en marcha mi plan.

A Sebas no lo volví a ver desde que fuimos a ver juntos "Gatúbela", porque según él no tenía tiempo ni dinero. No obstante, habíamos seguido en contacto vía MSN. De manera que apenas él me abrió ventana (si, él) para conversar conmigo, decidí inventarle cualquier excusa para vernos de nuevo, pero no lo conseguí, pues se me adelantó para darme la ¿buena? noticia que inmediatamente me bajaría de mi nube. Sebas había ligado en la fiesta de Halloween (o mejor dicho, lo habían ligado), y me comentó muy emocionado que estaba saliendo con un chico "lindo". No me molestó en lo absoluto su repentina confesión, después de todo somos amigos, pensé. Lo que sí me molestó de manera estratosférica fue lo que me dijo a continuación:

Cyan says: Ya pe, no la hagas larga, cuándo nos vemox?
Sebas says: No sé pex, cualquier día quedo bien con mi novio y te paso la vox pa ir a comer los 3.

What? La sangre subió espumosamente a mi cabeza en un manantial de imparable cólera, como un heiser en erupción, y destilé tanta bilis de un sólo golpe que el aliento se me puso denso y amargo. ¿Qué mierda me estaba diciendo este personaje? ¿Que no puedo salir sólo con él? ¿Para qué tiene que traer al novio? ¿Acaso tiene miedo de salir sólo conmigo ahora que su soltería terminó? ¿Es que los gays ya no pueden tener más amigos ni salir en grupo, si no llevan consigo al novio? ¿Hasta que Sebas esté nuevamente soltero, tendré que aguantar a un imbécil que ni siquiera conozco? Pues sencillamente corté la comunicación de raíz y me quedé con la frente muy en alto. Jamás saldría con Sebas en esas condiciones, porque no me gusta someterme a ninguna regla de quinta categoría. Por lo visto nadie es perfecto, ya me parecía que Sebas era demasiado "maravilloso" como para ser amigo mío. Lo cual corrobora mi teoría que los gays son (somos) más complicados que los heterosexuales. ¿Qué vendrá a continuación? ¿Una bomba nuclear sobre ma tête?

Posteado por Cyan a las 12:52 p. m.
 
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