What the fuck...?
jueves, diciembre 02, 2004

Me quedé dormido pensando en muchas cosas. Más que en aquella voz comestible, pensé en la manera cómo puedo pasar fácilmente del odio al amor. Nicola me dejó plantado en el cine, eso era cierto, pero no escatimé esfuerzos en perdonarlo. Como si hubiese olvidado cómo me quedé allí, en la puerta del cine, esperando, desesperando, con mis infaltables headphones transmitiéndome en altas dosis de volúmen la energía del primer disco solista de Maki Nomiya. Tan nervioso estuve que no me quedó otra opción que sentarme en una banca cercana a la boletería, y de ponerme la casa marrón que llevé estrujada en mi morral, ya que el frío se hizo presente. Luego vino el SMS y posteriormente, la llamada de Nicolás pidiendo disculpas. El tiempo es oro. Y me parece inconcebible cómo pude perdonarle el haber estado esperándolo allí, muriéndome de frío y de ansias por conocer su voz comestible.

En eso pensé cuando al día siguiente me lo encontré en el MSN. Me alegré, ingenuamente, porque no paraba de disculparse por la noche anterior. Sin embargo, algo extraño ocurrió.

Nico: ¿Sabes? Ayer te ví.
Cyan: ¿Dónde?
Nico: En la puerta del cine, ahí sentado, con tus audífonos...
Cyan: ¿QUÉ?
Nico: Con tu casaca... sentado... esperando...
Cyan: ¿ME VISTE? Oye, no te entiendo.
Nico: ¿Qué es lo que no entiendes?
Cyan: ¿Si me viste, por qué no me pasaste la voz? ¿No decías que estabas con la grúa?
Nico: Estaba con la grúa, pero no te ví.
Cyan: Me acabas de decir que me viste.
Nico: ¿Qué? No...
Cyan: No la arregles.
Nico: ¡Ah! No, no me malentiendas. Perdón, no te ví, TE ALUCINÉ que estabas ahí sentado esperándome, con tus audífonos puestos, ¿usas audífonos verdad?
Cyan: ¿Sabes qué? No me gusta que jueguen conmigo.
Nico: No estoy jugando. Simplemente que cuando estaba con la grúa te imaginé ahí sentado...
Cyan: Sí ya me dijiste, pero ¿cómo sabías que llevaba headphones? ¿cómo sabías que estaba sentado? ¿cómo sabías que usaba casaca?
Nico: Me mensajeaste diciendo que estabas con una casaca.
Cyan: Sí pero ¿y los headphones? ¿cómo adivinaste que te estaba esperando ahí sentado?
Nico: Porque ni modo que me esperaras de pie...
Cyan: ¿Cómo que no? También pod... bueno olvídalo. ¿Sabes qué? ERES UN MENTIROSO.
Nico: No es eso, por favor, no te molestes conmigo.
Cyan: ¿Y qué quieres que haga? ¿Que me alegre porque me estás mintiendo? ¿Quieres que crea que eres médium, brujo, pitoniso o adivino para imaginarte toda la escena?
Nico: Oye no le busques cuatro pies al gato.
Cyan: No te creo nada de lo que me dices.
Nico: Oye no, mira, si te hubiese visto ahí sentado como dices... ¿acaso no te hubiera ido a saludar?
Cyan: NO
Nico: ¿Por?
Cyan: Porque quizás me viste y no te gusté y te fuiste.
Nico: Para nada, he visto fotos tuyas, además, así no me hubieses gustado, ya estaba allí, al menos me habría acercado a saludarte... ¿qué perdía? si ya estaba allí...
Cyan: No sé que pensar.
Nico: Encima, si no me hubieses gustado, no te hubiese dicho para vernos después, no te hubiese insistido para que me vayas a recoger al instituto mañana... ¿acaso no quedamos en eso?
Cyan: Sí, pero todo esto me huele mal.
Nico: Pues relájate, no te ahogues en un vaso de agua, caramba. Nos vemos mañana y punto.

Sé que suelo sacar conclusiones apresuradas, pero el dolor, la soledad y la furstración me han enseñado lecciones valiosas. No soy ningún tonto para que se burlen de mí, me cansé de ser el bueno de la película. Nicola puede estar diciéndome la verdad. Pero algo me huele mal. Después de todo, me quitaré la espina de la duda, accedí a ir a recojerlo hoy de la academia, no obstante, cuando el río suena... Todos los hombres son iguales.


Posteado por Cyan a las 12:18 a. m.
 
.