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Feeling Robbie Williams
viernes, octubre 08, 2004 |
Para satisfacer la autoflagelación que suelo infringirme cuando sufro de amor (castigos que van desde hincarme la mano con un tenedor hasta cortarme con una Gillette en ciertas partes de mi cuerpo), tuve una nueva sesión con Audrey Hepburn y "Breakfast at Tiffany's", la cual adquirí finalmente en DVD pirata en el Centro Comercial "El Hueco" hace un par de días, por la módica suma de 4 soles. Y me convencí una vez más, luego de gastar medio rollo de papel higiénico durante la escena final, cosa que siempre hago cuando la veo, de que soy ese gato que se queda abandonado bajo la lluvia (para más información ver post "El Gato de Tiffany"). Pero el mío no es un final felíz como en la película en cuestión, sino que más bien, soy un gato que termina triste y azul, como la canción de Roberto Carlos que mi madre me cantaba cuando era niño.
Luego de ver la película, tomé 3 pastillas verdes y me dirigí a la cama. Cuando me arropaba con mis sábanas de Sailor Moon, mi padre tocó la puerta para recordarme que hoy (que es feriado) teníamos que ir a visitar a la tía Rigoberta porque era su cumpleaños número 87. Salí de la cama disparado y me fui a la cocina. Las pastillas no tardarían en hacer su efecto. Abrí el refrigerador, cogí una tajada de limón y regresé a mi cuarto. Luego abrí una revista Hustler (que siempre conservo para estas ocasiones) y la abrí en la página central, en una fotografía desplegable de una vagina mojada y en primer plano. Observando aquella foto escalofriante (las vaginas siempre me dan náuseas) empecé a chupar el limón. Las arcadas vinieron y corrí al baño, me metí el dedo a la boca para ayudar un poco y... voilà. Los restos de las pastillas, mezcladas con saliva y con ácidos estomacales, salieron en el torrente de vómito y se perdieron en el drenaje del lavabo.
Estragado por aquél ataque de bulimia premeditada, regresé a mi cama. Mierda, había olvidado lo de hoy. La imágen de Pertur regresó a mí como una ráfaga impulsiva. Ya no quise llorar más ("Breakfast at Tiffany's" ya había secado todas mis lágrimas). De modo que puse un disco de Robbie Williams y me consolé con la canción que dice "I just wanna feel real love, feel the home that I live in / Cause i've got too much love, running through my veins, going to waste / I just wanna feel real love and the love ever after / there's a hole in my soul, you can see it my face, it's a real deep place".
Robbie Williams es un genio. Siempre lo fue. Sus letras reflejan la frustración que sentimos las millones de personas con el mal del desamor. Me parece increíble que una persona como Robbie Williams pueda describir la situación con una perfección casi escalofriante. ¿Es que él también las sufre? ¿Acaso el también será gay? Los rumores y sus declaraciones acerca de una posible bisexualidad parecen confirmarlo. Para aquellos que no lo saben, el Sr. Williams es, para este humilde servidor, el hombre más bello y sexy de la tierra. Él es mi ideal del hombre perfecto desde que lo vi bailando como marica en su época de Take That. Él fue, quizás, mi primer amor platónico durante mi adolescencia. Él siempre encabezó la lista (actualizada religiosamente cada año) de los 10 HOMBRES CON LOS CUALES ME GUSTARÍA TENER SEXO. Otro día les enumeraré a los 9 restantes.
Y como dato extra, mi querido Robbie, con toda la frescura del mundo, acaba de publicar su libro autobiográfico llamado FEEL, el cual, aparte de ser un testamento de sus vivencias, muestra en audaces sesiones fotográficas, su cuerpo totalmente desnudo y (según dicen) en situaciones sexuales con mujeres y hombres, como una especie de versión masculina del libro SEX de Madonna. Díos mío. Daría mi vida por tener ese libro, el cual ya está a la venta exclusivamente desde su site oficial. No sé a cuántos soles equivaldrán 19 libras esterlinas, que es lo que cuesta dicho libro, pero a los que quieran alegrarme con un regalo de navidad anticipado, pues avisados están. A cambio, y como recompensa, puedo darles mi cuerpo. Un poco estragado por el desamor, a fin de cuentas, pero un cuerpo al fin y al cabo. Aquí está el link de venta del libro y a continuación la carátula del mismo. Robbie Williams is GOD (at least for me).
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