La vida es sueño
sábado, octubre 09, 2004

Particularmente, en mi caso, nunca sé cuán enamorado estoy de alguien hasta que sueño con él. Tenerlo en sueños para mí significa estar REALMENTE enamorado. Y anoche, luego de pensar en él hasta la 1 de la mañana, dando vueltas en la cama, y luego de tomar una píldora azul, LO SOÑÉ. Estaba yo con mi amigo Robus Tito, quien iba de drag (mejor dicho, con el atuendo con el que actuó en mi último cortometraje, pues lo vestí de pitonisa transexual, una mezcla de Divine con Walter Mercado). En fin, decía yo que estaba de viaje con mi amigo Robus Tito por los parajes de un extraño pueblo (¿Macondo?) y llegamos a un hospedaje bastante polvoriento. Aquello era como un oasis en medio del desierto. Nos atendió Audrey Hepburn (vaya uno a saber por qué los sueños son tan desviados), quien estaba absolutamente regia, con sus enormes lentes de sol cuadrados y un vestido verde limón, el mismo que usó en la película "Un Camino para dos" (A Road For Two).

Audrey Hepburn, divina, era la encargada de regentar aquél olvidado hospedaje turístico. Yo la saludé tímidamente y luego de registrarnos, nos dio la llave de nuestra habitación (con camas separadas, Robus Tito es mi amigo pero no me atrae sexualmente). No había botones, por lo cual cargamos nuestro equipaje por el largo corredor rojo intenso. Uno de los cuartos aledaños al nuestro tenía la puerta abierta y ¡oh sorpresa!, en aquél cuarto, echado en la cama leyendo un libro, estaba PERTUR BADO. Me reconoció, para mi asombro, y se paró y me saludó efusivamente con un abrazo bastante largo y cariñoso (cosa que me hizo sentir su olor y el tacto de su cuello contra mi nariz, para luego sonrojarme). Nos ayudó a mí y a Robus Tito a llevar las cosas a nuestro cuarto, después de lo cual nos despedimos. Robus Tito notó mi turbación, y le tuve que confesar que aquél era el chico del cual estaba profundamente enamorado. Robus Tito se rió y me dijo "No te preocupes, Cyan. Ese chico también te quiere. Ya lo verás". Yo reparé en la autenticidad de su premonición y procedimos a acostarnos, cada uno en su cama (presuntamente, en el sueño, el día y la noche tenían un duración mucho más corta).

Al día siguiente ocurrió algo que no recuerdo muy bien. El sueño siguió con normalidad, pero las imagenes no vienen a mi memoria. Lo que sí puedo recordar es que, no sé cómo, yo y Pertur terminamos echados en su cama. Él seguía leyendo su libro, y yo miraba absorto hacia el techo, observando el ventilador dando vueltas y vueltas, mientras mi pene se ponía duro y mi mente se turbaba al pensar que estaba tan cerca y a la vez tan lejos del amor de mi vida. Hubo un momento en que Pertur dejó su lectura y se puso a conversar conmigo. Me empezó a preguntar acerca de mis actuales relaciones: "¿Y qué es de tu vida? ¿Tienes novio o estás solo?". Yo me atraganté y me quedé en shock. Lo miré a los ojos inquisitivamente, mientras él sonreía y me dijo: "Vamos, tu amigo con el que viniste es bastante obvio, y me quedó claro que ambos son gays". Yo no supe qué responder, y él prosiguió: "Además, yo también lo soy".

Cuando quise responderle, se abalanzó a mis labios. Sentí una explosión de alegría y morbo al sentir su aliento, sus labios, su saliva, su lengua, TODO, por primera vez. Pensé que ya podía morir tranquilo y amarlo para toda la vida. Totalmente fuera de mí, me fui encima él y lo besé con toda la pasión del mundo, sintiendo su cuerpo, su fragilidad. Ahora era totalmente mío, y le metí las manos bajo el polo y palpé su piel suave, mientras le sacaba el polo y descubría un pecho adolescente, plano, con tetillas erectas y prestas a ser succionadas. Aspiré su olor: era un aroma de piel fresca, como la de un bebé. Lamí y mordisquée esa piel apetitosa y blanquísima, mientras él gemía con su vocesilla tímida. Dios, pensé, ya soy felíz, completamente felíz. Mi calzoncillo estaba mojadísimo, y contra todo pronóstico, justo en ese momento de pasión a punto de ser consumada, SUENA UN CELULAR. Mierda, ¿quién me llama a estas horas? Y luego, como un huracán vertiginoso, similar al de "El Mago de Oz", absolutamente todo, Pertur, el cuarto, el hotel, Audrey Hepburn, el pueblo polvoriento, todo, se disolvió como por un rayo para dar paso a un fuerte dolor de cabeza y sentirme arropado entre mis sábanas con mi celular sonando en la mesa de noche. Entonces, para mi desgracia, recién entonces, comprendí que había sido UN SUEÑO.

Contesté. Era mi amiga Ana Conda preguntando si nos íbamos a ver hoy. Balbucée algo incomprensible para que entendiera que estaba semi dormido y colgué. No pude volver a conciliar el sueño. Hacía mucho tiempo que no tenía un sueño ¿erótico? así, de esa magnitud, y pensé que el haber soñado con Pertur, era un síntoma de que estaba verdadera, apasionada, desesperada y locamente ENAMORADO de él. No sé interpretar los sueños, quizás no fue más que la proyección de mis deseos, pero no pude evitar pensar que quizás él, mi amado Pertur, también podría estar soñando lo mismo. ¿Será verdad?

Posteado por Cyan a las 11:51 p. m.
 
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