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Pertur + Cyan: LAYER 3
lunes, octubre 18, 2004 |
Cuando Pertur Bado llegó a la clase, hacía casi 15 minutos que había empezado el exámen, mientras mi mente estaba completamente en blanco, a pesar de haber estudiado. Pertur ya había sido advertido repetidas veces por la profesora, y el temor a que pierda el ciclo, lo cual significaría perderlo para siempre, me hacía palpitar las sienes con tanta insistencia que era incapaz de concentrarme. Pertur atravesó el salón y yo pude continuar el exámen con normalidad, invadido súbitamente por una sensación de paz espiritual. Mi recién descubierta quietud terminó de improviso cuando sentí "algo", un presentimiento, una punzada, como si a lo lejos alguien me estuviese clavando alfileres en una sesión de vudú. No quería retrasarme más y continué escribiendo, pero ese "algo", difícil de explicar, continuaba perturbando mi concentración.
Entonces levanté la vista. Pertur me miraba. Le devolví la mirada durante 2 segundos y volví a mi examen. Me alegré al saber que, como siempre, era yo al que Pertur había mirado ni bien empezó a desarrollar su examen. La profesora jaló su silla y se sentó en el espacio que separaba mi carpeta y la de Pertur, pues estábamos frente a frente. A continuación, la profesora abrió un libro y se puso a leer. Absorta, no se dio cuenta que la carita de Pertur se empinaba por encima de su libro. Levanté la vista por segunda vez y la explosión de alegría me golpeó sin compasión cuando descubrí que Pertur se empinaba y miraba por encima del libro de la profesora, que nos dividía, para MIRARME a los ojos. Se estaba tomando el trabajo de desatender su exámen, y además empinarse para mirarme, pensé. Tuve ganas de ponerme a saltar.
El examen acabó y salimos todos a sentarnos en la salita del pasillo, para luego entrar de a dos a rendir el examen oral (el famoso diálogo que nunca conseguí hacer con él, sino con La Chica de la Mala Permanente). Toda la clase hablaba hasta por los codos, Pertur sonreía y me miraba, como buscando mi aprobación. Yo estaba en las nubes. Cuando la puerta se abrió, jalé del brazo a La Chica de la Mala Permanente y entramos a dar el examen oral. Al salir, afuera estaban Pertur y el Viejo esperando para entrar. Entraron y yo procedí a sentarme en la salita, con el grupo, buscando cualquier excusa para esperar a Pertur (e irnos juntos). Mi ilusión se derrumbó cuando Pertur y el Viejo, al cabo de unos minutos, salieron y bajaron las escaleras, pasando completamente de todo el mundo. Me puse de pie, rojo de ira. Odié a Pertur. Me había equivocado. Y ahogé un gemido al pensar que estaba a punto de convenserme a mí mismo que sus miradas significaban que yo le gustaba.
Salí a la calle a seguirles los pasos. Los desgraciados estaban bastante lejos, como si no esperaran a nadie. Tuve que acelerar un poco para alcanzarlos, y coincidí con el momento en que el Viejo se despedía para entrar en su carcacha. Aún hubo tiempo para llegar y soltar, con la mayor frescura del mundo "Oe, ¿qué tal el examen?". El Viejo balbuceó unas cuantas estupideces y procedió a despedirse. Mejor para mí, pensé. Y pronto, me encontré nuevamente caminando con Pertur hacia el paradero. Sólo nos faltaban un par de cuadras, pero empezamos a hablar acerca del examen y de otras cuantas trivialidades, y hablamos tan largo y tendido que la timidez (de ambos) desapareció por completo.
Pertur: Pobre Viejo, lo van a jalar.
Cyan: ¿Tú crees?
Pertur: (Riendo) Sí.
Cyan: No te rías, maldito, jajajaja (Riendo).
Pertur: JAJAJAJA! (Soltando una carcajada)
Y nos reímos y nos seguíamos riendo, sin parar, sin preocuparnos, sin nada más que la mutua complicidad y la recién descubierta confianza mutua. Para mi sorpresa, la conversación siguió, pero Pertur esta vez me miraba al conversar, enfrentaba mi mirada, y me hablaba de frente, sin tapujos, siempre sonriendo. A veces él hablaba y yo sonreía y lo miraba, y él terminaba de hablar, y acabábamos mirándonos y sonriendo. Mierda. ¿Me estaré equivocando o está a punto de pasar algo? Ideas mías, pensé. Pero hubo cierta turbación porque, sorprendidos por el repentino mutis con miradas y sonrisas incluídas, ambos bajamos la vista al suelo. Tomé la palabra, para evitar cualquier incomodidad futura.
Cyan: ¿Y qué tal el santo? (Risas) ¿Adónde acabaste, maleado?
Pertur: Naaah... ahí tranquilo, con la family... de ahí en la noche salí, pero todo tranqui.
Cyan: Aps, bueno, aún sigo esperando mi torta.
Pertur: Jaja...
Nuevo mutis. Miré a Pertur y él me miraba, sonriente, una vez más. Ya estábamos llegando al paradero. Improvisé una charla sobre el difícil examen de la profesora y Pertur continuó muy bien con la conversación. Hablamos durante otros 5 minutos de examenes, notas, profesores y compañeros de clase. Pertur hablaba y yo lo miraba, algo extasiado. Cuando volví en mí, noté que estábamos en el paradero, pero Pertur no se había ido aún y continuaba hablando CONMIGO. Y nos quedamos ahí, parados, en el paradero, conversando, riéndonos, viendo las combis y micros pasar... y seguimos hablando por otros 5 minutos, mirándonos...
El tema se agotó. Quise inventar otro buen "topic", pero Pertur miró su reloj y dijo:
Pertur: Bueeeeeeeh... Me voy en este nomás. Chau pes, Cyan, cuidate, eh?
Cyan: Cuidate, nos vemos mañana.
Subió y la combi se alejó. Yo estaba demasiado felíz como para pensar las cosas con la cabeza fría, y me dispuse a subir las escaleras del puente. Cuando miré para atrás, me choqué con la mirada de Pertur, quien me observaba, sentado, desde la combi. Volví la mirada y apresuré el paso, lleno de alegría. Está pasando... ¿Serán ideas mías? ESTÁ PASANDO... ¡FINALMENTE ESTÁ PASANDO!
Y esta fue la exhaustiva crónica del mejor acercamiento que he tenido con Pertur hasta la fecha. Aún me queda el dolor de que haya salido del salón sin esperarme. ¿Por qué no me esperó, ni me miró al salir? ¿Porque quizás, estaba entretenido con el Viejo? ¿Y si es así, entonces por qué tantas miraditas?
CONCLUSIONES POSITIVAS
1) La anhelada confianza finalmente llegó.
2) Pese a estar divididos por el libro de la profesora, Pertur se empinó para mirarme, 2 veces, durante el examen (sospecho que fueron más veces pero no quise comprobarlo)
3) Lo más importante: me dio un poco de su tiempo, se quedó conversando conmigo en el paradero, a pesar de que tenía que irse.
CONCLUSIONES NEGATIVAS
1) Salió a la calle con el Viejo, sin esperarme.
2) Tantas miraditas pueden significar sólo amistad.
BALANCE
-La teoría de que Pertur se siente atraído por mí, a juzgar por las conclusiones citadas líneas arriba, puede sustentarse con un 70% a mi favor.
SIGUIENTE PASO
- Conseguir su teléfono o su e-mail, o ambos.
Tout va bien...
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