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Me dejó... mojadito el pañuelo
jueves, noviembre 03, 2005 |
Los aniversarios entre mi novio y yo se han visto dispuestos de una mauvaise manière bajo el estigma del azar y las malas casualidades. Por alguna extraña razón, siempre termina pasando algo. O nos peleamos por esas fechas, o los planes se van por el retrete.
Una vez quise ser original y me sorprendí a mí mismo por la onda de ama de casa que me sobrevino. Planée echar a mi abuela de casa bajo dudosas coartadas (abuela, llamaron diciendo que mi madre ha muerto, anda a ver si es verdad), compré velas, rosas color rojo pasión y decoré la sala y el comedor en plan Martha Stewart. Preparé lo único que sé cocinar (Mac & Cheese instantáneo) y coloqué una mesa para dos, con copas sin estrenar de vino tinto.
Y mi novio nunca vino. No recuerdo qué fue lo que pasó, pero acabé llorando a mares, apagando las velas, barriendo los pétalos de rosa del piso y comiéndome yo solo el Mac & Chesse. En otras oportunidades, los planes tampoco salieron como esperábamos. Puede parecer cosa de brujería pero no lo es. No lo es porque seguimos juntos. Y como bien dice mi novio, los aniversarios son lo de menos.
Yo: (Emocionado) Amor, ¿qué vamos a hacer mañana? Él: Tengo que estudiar.
Castillos en el cielo derrumbándose.
Yo: Pero, pero... mañana es un día especial. Él: Lo sé amor, pero tengo que estudiar. Yo: (Intentando conmoverlo) Pero es nuestro aniversario... Él: Ay amor, no pongas esa carita que me pones triste a mí también, además, todos los días es nuestro aniversario.
Creo que es el mejor de regalo de aniversario que ha podido darme. |
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