El último capítulo de Billy
domingo, febrero 19, 2006

Juré no volver a mencionar a Billy por este medio, pero creo que su violencia contra mí, lo amerita. La semana pasada me confesó que se había encamado con otro y bueno, ya saben ustedes cómo me cayó la noticia. El imaginarse a tu ex-novio (del cual aún estás enamorado) haciendo el amor con otro es atroz, en verdad es una experiencia que no le recomiendo a nadie. Mi misma frustración me hizo cometer un desliz: me molesté con él, y le dije que iba a acabar con mi vida. Me corte la vena de la muñeca izquierda y me sentí un poco mejor. Aplacó el dolor en algo, pero no conseguí mi objetivo: morir.

Está visto que no vale la pena suicidarse. Por nadie. Nadie lo merece. Y menos una persona detestable como Billy, como comprobaría días después. Arrepentido (el amor te hace escrbir cosas estúpidas) le mandé un e-mail disculpándome por mi actitud, pidiéndome que olvidáramos el tema. O sea ¿Yo pidiéndole disculpas por haber querido suicidarme por él? ¿Yo pidiéndole disculpas por haberse acostado con otro? Su reacción no fue la esperada. No sólo no me respondió, sino que además me bloqueó del MSN y a decirle a todo el mundo que mi intento de suicidio fue "puro floro". ¿Qué se puede esperar de una persona así?

De todas maneras aún quedaban eventos por saldar: el sábado (anoche) era su fiesta de despedida en un concurrido local barranquino. La actitud de indiferencia que Billy había tenido conmigo hacía suponer que yo no estaba invitado, pero varios amigos en común me animaron a asistir. Después de todo, no era una fiesta privada, era un local libre. De manera que dije bueno, iré un rato y, como es su despedida, le diré "hola Billy, que tenga un bonito viaje" y después me regresaría a casa.

No obstante, ayer me mandó este e.mail:

Cyan:

lo siento, no quiero que vayas mañana. no quiero verte más. suena malazo, pero qué quieres que haga? en mi lugar que harías? me odiarías no? yo no te odio, pero simplemente me siento como mierda por la sobreexposición de nuestros problemas. [...] ahora, si no quieres defraudar a tus amigos, ve. pero ten en cuenta de que yo no seré más que un hola y chao. a pesar de eso, no quiero lidiar con otros problemas.

Razón suficiente para cambiar de idea y no asistir. Sin embargo, mis amigos me dijeron "anda a saludarlo y punto, total, si dice que si quieres ir vayas, entonces no hay problema".

Y fui, pero en ese momento tampoco sabía lo que me esperaba.

Ni siquiera quería pasar un buen rato. Sólo quería ir porque ya se lo había prometido a varias personas (no a él), y porque también, de alguna manera, quería brindar una buena impresión y despedirme de él. Pero no pude.

Él me lo impidió.

En cierta forma me divertí, hasta donde pude, y mucho. Me importaba un comino lo demás, pese a mi buena disposición y la cara larga con la que me recibió, como diciendo "¿y a tí quién mierda te invitó?" pero no consiguió amilanarme. Ya sé que quiso hacerme sentir mal desde el inicio pero no pudo, al menos no en ese entonces. En ese momento fue cuando me encontré con mis buenos amigos y me divertí bastante. Bailé mucho. Me reí demasiado. Me olvidé del asunto. Era un local público y estaba dispuesto a divertirme.

Fue allí cuando él empezó a cagarme.

Yo: ¿Viste lo que me hizo?
Amiga: Déjalo. Está borracho.
Yo: Aún así. No estuvo bien.
Amiga: La verdad no. No sé qué le pasa.

Y continuó haciéndome la vida a cuadritos, como dejando bien en claro quién era el dueño del gallinero. Pero tampoco le hice caso. Vamos, sé cómo tratar a gente inexperta en cuestiones etílicas, y sobretodo a los chibolos inmaduros con pose de maduros. Salí un poco a respirar.

Afuera me encontré con varios amigos más. A uno de ellos últimamente me ha dado por decirle "novio". Al escuchar esa palabra, Billy salió y empezó a insultarme.

"DE QUÉ CHUCHA HABLAS HUEVON? OE ESTE HUEVÓN DE ACÁ ES MI EX, Y NO SE QUÉ CHUCHA ESTA HACIENDO ACÁ, NO QUE CARAJO HACE ACÁ" (y demás sandeces que no vale la pena mencionar).

Nunca pensé, en mi vida, ser insultado de esa manera, y peor aún ser insultado por la persona que alguna vez había querido. Me fui a llorar al baño, entre el humo y sudores ajenos. Luego salí a la calle de nuevo, pero ya no fue lo mismo. Me encontré con Anne Horexia y Aero Lito y me regresé a casa, tragándome mis lágrimas. ¿Llorar por él?. Jamás. Es una persona que no vale nada.

Billy:
Si lo que pretendías era hacerme sentir peor, pues aplausos, lo haz logrado, aunque ya cambié de parecer. Voy a hacer una peor persona. Se acabó el buen Cyan. Ahora comienza mi lado oscuro.

Gracias por no valer nada.

Posteado por Cyan a las 11:48 a. m.
 
.